La intelingencia de los Chimpancés. Los chimpancés y recuerdan a sus amigos décadas después de estar separados.
Los chimpancés y bonobos, nuestros parientes cercanos en el reino animal, poseen una capacidad sorprendente que revela la profundidad de su memoria social. Un estudio reciente, llevado a cabo en zoológicos y santuarios en diferentes partes del mundo, ha arrojado luz sobre la asombrosa capacidad de estos primates para recordar a individuos de su grupo, incluso después de décadas de separación.
Los científicos, motivados por la observación de comportamientos sugestivos durante sus interacciones con los simios, se propusieron investigar la duración y la calidad de la memoria social en chimpancés y bonobos. Utilizando fotografías de miembros del grupo que habían abandonado los zoos o habían fallecido, los investigadores realizaron experimentos mientras los animales estaban distraídos, bebiendo zumo.
Los resultados fueron reveladores. A través de un seguimiento ocular no invasivo, los investigadores observaron que los chimpancés y bonobos reconocían a individuos que no veían en más de 25 años y mostraban un entusiasmo especial hacia las fotografías de sus amigos más cercanos. Este fenómeno, que sugiere una memoria social de larga duración, es la más duradera documentada hasta ahora detrás de los humanos.
El estudio también reveló que la memoria no se limitaba simplemente a la familiaridad. Los primates mostraban un patrón de mayor atención hacia aquellos con los que tenían relaciones más positivas en el pasado. Este hallazgo sugiere que la calidad de las relaciones sociales desempeña un papel crucial en la formación de la memoria a largo plazo en estos animales, un patrón que se asemeja sorprendentemente al que se observa en los seres humanos.
El caso más destacado fue el de Louise, un bonobo que no había visto a su hermana y sobrino en más de 26 años. En las pruebas, mostró un sesgo sorprendentemente fuerte hacia ellos, demostrando la profundidad de su conexión social.
Los resultados de este estudio no solo ofrecen una visión fascinante de la cognición animal, sino que también plantean preguntas sobre la evolución de la memoria social en nuestros ancestros comunes. La idea de que los grandes simios compartan una memoria social duradera con los humanos sugiere que este rasgo evolutivo podría haberse desarrollado hace millones de años, influyendo en la formación de la cultura humana y las complejas interacciones sociales a lo largo del tiempo.
Este descubrimiento no solo destaca la asombrosa capacidad cognitiva de los chimpancés y bonobos, sino que también plantea la posibilidad de que otras especies animales compartan habilidades similares de recordar individuos y relaciones a lo largo del tiempo. La interconexión entre la memoria social y la calidad de las relaciones sociales podría ser un fenómeno más extendido en el reino animal de lo que se pensaba anteriormente.
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