Hacer un safari con niños en Tanzania y Kenia

Muchos de niños hemos soñado con ser un explorador y sobrevivir en la jungla o enfrentarse a los animales más peligrosos. Muchos de pequeños nos sabíamos las canciones enteras de la película del Rey León.  Los niños no son en absoluto incompatibles con un safari y hay varias razones para afirmarlo.

Un safari se desarrolla en plena naturaleza salvaje y es una oportunidad de oro para ver a los animales en su hábitat: hablar de su comportamiento y costumbres. África ofrece todo tipo de oportunidades para aprender y disfrutar a la vez: desde sencillos juegos con los nombres de los animales en swahili (muchos niños los adivinarán, sin duda, porque algunos coinciden con los nombres de los protagonistas del “Rey León”) y hasta charlas para más mayores sobre cómo se alimentan, se relacionan o se enfadan los grandes protagonistas de la sabana. Un motivo más para llevar al niño a un viaje de este tipo sería el acercamiento a otras culturas y costumbres, así como el aprendizaje sobre la importancia de la conservación, y de la sostenibilidad. No hay nada como aprender a amar la naturaleza para convertirse en defensores de la misma. En definitiva, se trata de un aprendizaje continuo y ameno…del que los críos saldrán con mucha más experiencia vital.

Pero también los padres aprenderán y verán cómo lo hacen sus hijos. Compartirán momentos únicos en los que, como siempre ocurre en África, se mezclan muchas sensaciones y emociones: desde una alegría más intensa cuando por primera vez se encuentra uno con un elefante y hasta una tristeza incontrolada cuando un león consigue su cena en forma de un antílope indefenso. Así son las leyes de la sabana.

Pero, además, viajar por Kenia o por Tanzania con niños es seguro. A diferencia de muchos otros países en vias de desarrollo, en Tanzania y Kenia en los puntos de interés turístico, todo esta preparado para recibir sus huespedes. Casi todos los parques tienen pistas de aterrizaje para pequeñas avionetas que en menos de una hora pueden hacer el traslado a un hospital de Dar Es Salaam o de Nairobi en el caso de una emergencia. Un factor a tener en cuenta es la conveniencia de contratar un seguro de viaje para ahorrar ese tipo de costes.

Para los que quieren poder disfrutar, no solo con los niños, sino en pareja, hay muchos hoteles que disponen de servicio de guardería y actividades varias para niños. De este modo pueden alternarse los días que los niños participan en las actividades, si estas resultan fatigosas para ellos. A la vez los niños aprenden de una forma complementaria sobre los animales, la naturaleza y como respertarla.

Y, hablando de costes, llevar niños implica descuentos. En los parques nacionales  de Tanzania los menores de 5 años no pagan y los en los hoteles hay normalmente tampoco. De 5 hasta los 15 años pagan tarifas reducidas en los parques y los hoteles normalmente ofrecen descuentos de un 50% si duermen con los padres. En Kenia la regulación es distinta en parques y reservas, los primeros ofrecen tarifas reducidas hasta niños de 17 años y los segundos únicamente hasta las 12. Los hoteles normalmente hacen descuentos también hasta los 12 años. En este país los menores de 16 años no pagan visa si viajan acompañados por sus padres.

No obstante esto puede variar de unos destinos a otros dentro de los países y de unos hoteles a otros.

En definitiva, una buena opción de vacaciones familiares en la que será difícil no volver entonando un “Hakuna Matata”.


Al reservar tu safari con niños, rellena nuestro formulario de SAFARIS A MEDIDA e indícanos las edades de tus hijos!