Sobre la importancia de conservar la naturaleza salvaje. El Serengeti no debe morir. BERNHARD GRZIMEK

No hoy o mañana, sino dentro de tres o cuatro generaciones, cuando se haya olvidado la pugna entre bolchevismo y capitalismo y no importen y no importen ya el bloque oriental ni el occidental, tal vez muchos hombres celbrarán el que alguien se haya preocupado por los animales del África.¿Quién sigue interesándose hoy, porque güelfos y gibelinos se hubiesen amargado mutuamente la vida en Italia, ni porque, hace cuatrocientos años, fueran mueertos en Francia diez mil hugonotes y otros escaparan a la Prusia Oriental?